En el escenario de la aviación, cada detalle cuenta y puede marcar la diferencia entre un vuelo seguro y una situación de alto riesgo. Las aeronaves, maravillas de la ingeniería, enfrentan innumerables desafíos a medida que surcan los cielos. Uno de los obstáculos más notorios y temidos en la aviación invernal es el hielo.
El invierno llega, y con él, las temperaturas gélidas que despiertan nuestras ansias de comodidad frente a la chimenea. Pero para los pilotos, ingenieros y personal de tierra de las compañías aéreas, también marca la temporada de un enemigo invisible: el hielo que se acumula en las aeronaves. Este fenómeno climático puede parecer pintoresco desde tierra firme, cuando cubre árboles y campos de un manto blanco. Sin embargo, en las alturas, ese mismo hielo se convierte en una amenaza que debe abordarse con cuidado.
En este post, veremos las razones fundamentales que convierten la eliminación del hielo en una prioridad antes de que un avión despegue. Más allá de ser una precaución protocolar, este procedimiento es esencial para garantizar la seguridad de cada vuelo. Veremos por qué el hielo es un peligro y cómo su presencia puede alterar de manera significativa el desempeño y la aerodinámica de una aeronave.
¿Por qué es importante deshelar los aviones?
Los aviones son máquinas diseñadas para volar con seguridad y eficiencia. Sin embargo, como cualquier otro medio de transporte, enfrentan desafíos que deben superarse para garantizar la seguridad de los pasajeros y la tripulación.
Uno de los desafíos más críticos y recurrentes en la aviación es la acumulación de hielo en la superficie de los aviones. A simple vista, el hielo puede parecer inofensivo pero en la aviación, es una amenaza seria y potencialmente mortal que debe ser abordada con cuidado.
La Amenaza Invisible: Hielo en las Aeronaves
La acumulación de hielo en las aeronaves puede ocurrir en diversas áreas del avión, incluyendo las alas, la cola, el fuselaje y las superficies de control.
Aunque no siempre es visible a simple vista, el hielo en las alas o superficies de control puede alterar significativamente la aerodinámica de una aeronave. Esto puede traducirse en una pérdida de sustentación, menor capacidad de maniobra y un aumento en la resistencia al viento, lo que compromete la capacidad del avión para volar de manera segura.
Pérdida de Sustentación: Un Riesgo Significativo
Cuando se forma hielo en las superficies de sustentación, como los perfiles de las alas, se altera su forma aerodinámica.
Esto disminuye la capacidad del avión para generar sustentación, lo que puede llevar a la pérdida de sustentación o al estancamiento aerodinámico. En otras palabras, el avión podría dejar de volar de manera controlada y, en el peor de los casos, caer.
La pérdida de sustentación debido al hielo en las alas ha sido la causa de numerosos accidentes aéreos a lo largo de la historia de la aviación. Para prevenirlo, es fundamental eliminar cualquier acumulación de hielo antes del despegue.
Alteración de la Aerodinámica
Además de la pérdida de sustentación, el hielo puede alterar otros aspectos críticos de la aerodinámica del avión. Puede aumentar la resistencia al avance, reducir la capacidad de maniobra y afectar la respuesta a los controles de la tripulación. Estas alteraciones pueden poner al avión en situaciones de vuelo no deseadas, lo que aumenta el riesgo de accidentes.
Eliminación del Hielo: Un Proceso Riguroso
Deshelar un avión es un proceso que se lleva a cabo antes de cada vuelo, especialmente en condiciones climáticas frías. Implica la remoción mecánica del hielo de las superficies críticas del avión, así como la aplicación de líquidos deshielantes para prevenir la formación adicional de hielo durante el vuelo.
La remoción del hielo se realiza utilizando vehículos equipados con brazos mecánicos y boquillas de pulverización para aplicar líquidos deshielantes. Esto garantiza que todas las superficies críticas estén libres de hielo y nieve antes de la salida.

¿Cómo se deshielan los aviones?
El proceso de deshielo de aviones es una operación crítica que se lleva a cabo para garantizar la seguridad en el vuelo, especialmente en condiciones climáticas invernales.
Este proceso involucra varios pasos:
Paso 1: Inspección Previa
Antes de comenzar cualquier operación de deshielo, un técnico o mecánico de mantenimiento realiza una inspección visual del avión. Esto implica verificar la acumulación de hielo o nieve en superficies críticas, como alas, superficies de control y el fuselaje. Cualquier acumulación significativa de hielo debe ser identificada y tratada.
Paso 2: Preparación de Equipos
Una vez se ha identificado la necesidad de deshielo, se preparan los equipos y recursos necesarios para llevar a cabo la operación. Esto incluye la preparación de camiones o equipos de pulverización con líquidos deshielantes aprobados. Los camiones están equipados con tanques que contienen el líquido deshielante y sistemas de rociado.
Paso 3: Selección del Deshielante
Se selecciona el tipo de líquido deshielante adecuado.
Por lo general, se utiliza una solución de glicol y agua calentada. Este líquido debe cumplir con estrictos estándares de seguridad y ser capaz de eliminar de manera efectiva el hielo y la nieve de las superficies del avión.
La elección del deshielante es crucial para garantizar la eficacia del proceso.
Paso 4: Aplicación de Deshielante
El personal de deshielo utiliza equipos especializados para aplicar el líquido deshielante sobre las superficies críticas del avión.
El proceso de aplicación debe ser controlado. Comienza por las alas y las superficies de control, ya que son las áreas más críticas para el vuelo. Posteriormente, se continúa con otras partes del avión. La aplicación del líquido debe ser uniforme y precisa.
Paso 5: Pulverización Controlada
La aplicación del líquido deshielante es una operación controlada. El personal de deshielo utiliza equipos que permiten rociar el líquido de manera uniforme sobre las superficies. La temperatura del líquido deshielante y la presión del rociado son factores críticos para garantizar una eliminación efectiva del hielo.
Paso 6: Espera y Drenaje
Una vez que el líquido deshielante se ha aplicado, se permite que actúe durante un período determinado. El calor generado por el líquido ayuda a derretir y eliminar el hielo y la nieve. Además, el líquido deshielante también actúa como preventivo para evitar que se forme más hielo en las superficies del avión.
El exceso de líquido y agua derretida se drena lejos del avión para evitar la acumulación de líquido en las áreas críticas.
Paso 7: Revisión Final
Después de completar el proceso de deshielo, se realiza una revisión final.
El personal de deshielo y técnicos de mantenimiento inspeccionan nuevamente el avión para asegurarse de que todas las superficies críticas estén libres de hielo y nieve.
También pueden utilizar herramientas especiales, como sondas de medición de hielo, para verificar la superficie del ala y otras áreas. Esta revisión final es esencial para garantizar que el avión esté en condiciones óptimas antes del vuelo.
¿Quiénes son los responsables de deshelar los aviones?
El proceso de deshielo de aviones implica a varios encargados clave, cada uno con roles y responsabilidades específicas:
Personal de Deshielo:
Este equipo de especialistas en deshielo se encarga de aplicar el líquido deshielante en las superficies del avión. Deben seguir procedimientos estrictos y garantizar que todas las áreas críticas sean tratadas adecuadamente.
Controladores de Tráfico Aéreo:
Los controladores de tráfico aéreo juegan un papel importante al coordinar las operaciones de deshielo y garantizar la seguridad en tierra. Comunican información crítica sobre el estado de las pistas y los procedimientos de deshielo.
Mantenimiento de Aeronaves:
Los técnicos de mantenimiento, mecánicos y personal de ingeniería de aeronaves participan en la inspección previa y en la revisión final para garantizar que el avión esté en condiciones óptimas antes del vuelo.
Aerolíneas y Aeropuertos:
Las aerolíneas y los aeropuertos son responsables de proporcionar los recursos necesarios para llevar a cabo el proceso de deshielo de manera eficiente y segura. Esto incluye la provisión de equipos, personal y líquidos deshielantes de alta calidad.
El deshielo de aviones es un procedimiento crítico que sigue regulaciones estrictas y es realizado por personal altamente capacitado. El objetivo principal es minimizar los riesgos asociados con la acumulación de hielo y nieve en las superficies de las aeronaves, lo que contribuye a la seguridad en el transporte aéreo, especialmente en condiciones invernales.

¿Qué pasa si se forma hielo durante un vuelo?
La formación de hielo puede ocurrir en varias áreas críticas del avión, como las alas, las superficies de control, los motores, las tomas de aire, entre otros.
Pérdida de Sustentación (Stall):
La acumulación de hielo en las alas puede alterar el flujo de aire sobre estas superficies. Esto puede resultar en una pérdida de sustentación, lo que significa que el avión puede dejar de generar la fuerza necesaria para mantenerse en el aire. Si se acumula hielo en las superficies de control, como los alerones y timones, se pueden perder las capacidades de control, lo que puede llevar a situaciones peligrosas.
Aumento de Peso:
La acumulación de hielo agrega peso al avión. Esto puede afectar su rendimiento y capacidad para mantener altitudes y velocidades seguras. Además, el hielo puede acumularse en los motores, lo que puede reducir su eficiencia y potencia.
Variación en la Aerodinámica:
La formación de hielo en las superficies del avión puede alterar significativamente su aerodinámica. Esto puede hacer que la aeronave sea menos estable y predecible en vuelo. Los pilotos pueden experimentar dificultades para controlar el avión y mantenerlo en una trayectoria segura.
Bloqueo de Sensores y Sondas Pitot:
El hielo puede obstruir sensores y sondas, como las sondas Pitot que miden la velocidad del aire. Esto puede llevar a indicaciones incorrectas en la cabina, lo que confunde al piloto y puede resultar en decisiones erróneas.
Daño Estructural:
La acumulación de hielo en áreas críticas del avión puede ejercer presión y estrés en la estructura de la aeronave. Esto puede dañar la aeronave y, en casos extremos, llevar a una falla estructural.
Reducción de la Visibilidad:
El hielo acumulado en la superficie del parabrisas y las ventanas de la cabina puede reducir la visibilidad de los pilotos, lo que hace que sea más difícil operar la aeronave con seguridad y precisión.
Desvío de Rutas y Demoras:
La presencia de hielo en el avión puede requerir que los pilotos desvíen su ruta y busquen altitudes o áreas donde la formación de hielo sea menos probable. Esto puede provocar retrasos en los vuelos y aumentar los costes operativos.
Aumento del Consumo de Combustible:
El aumento de peso debido a la acumulación de hielo y la menor eficiencia de los motores debido al hielo en las tomas de aire pueden resultar en un mayor consumo de combustible.
Riesgo de Congelación de Sistemas Críticos:
El hielo acumulado en sistemas críticos, como las superficies móviles de control, puede congelar estos sistemas, lo que hace que no respondan a las órdenes del piloto.
¿Ha habido algún accidente por estas causas?
La pérdida de sustentación debida a la acumulación de hielo en un avión es un fenómeno peligroso que puede tener consecuencias graves. Un ejemplo clásico de esto es el accidente del vuelo 90 de Air Florida el 13 de enero de 1982 en Washington, D.C.
El vuelo 90, operado por un Boeing 737, experimentó condiciones invernales extremas, lo que llevó a la acumulación de hielo en las alas y las superficies de control antes del despegue.
Debido a la acumulación de hielo en las alas, el avión no pudo generar suficiente sustentación durante el despegue. A pesar de los esfuerzos de la tripulación por elevar la aeronave, esta no logró despegar de manera controlada. En lugar de elevarse, el avión avanzó demasiado lentamente, perdiendo velocidad y altitud.
Trágicamente, el vuelo 90 de Air Florida chocó con el puente 14th Street en Washington, D.C., poco después de despegar, antes de caer al río Potomac.
El accidente resultó en la trágica pérdida de 78 vidas, incluyendo las de los pasajeros y la tripulación a bordo, así como algunas personas en tierra.